"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































miércoles, 27 de mayo de 2009

Half Ironman Challenge Barcelona y "la pájara 09"



Por fin. Ya. Bueno. Regular. Como siempre. Me dio. Tengo que entrenar más. Eso ya lo sabía. ¿Y por qué no lo hago? Respuesta: Porque me canso.
Os voy a contar como me fue la primera edición de la Half Ironman Costa Maresme (Barcelona 2009) ¿Para qué tanto nombre? Para que al final me de una pájara.
Veamos lo que dice el "dicci" sobre el término pájara:
m. y f. Cualquiera de las aves terrestres, voladoras, con pico recto no muy fuerte y tamaño generalmente pequeño: en el árbol trinaban los pájaros.

¿En el árbol trinaban los pájaros? No sé a qué cuento viene esa frase final. Los académicos es que son muy suyos. Realmente yo los vi trinar pero no en el árbol, sí alrededor de mi cabeza. Daban vueltas y eran de un colorcillo amarillo. Había como 6 ó 7 y hacían pio-pio.
Antes de empezar, quiero decir, que esta crónica no es la crónica al uso típica de los blog deportivos donde cada cual explica su experiencia con frases como: "me levanté al amanecer y los nervios me invadían el estómago" o la de "en el segmento bici conseguí hacer una media de 35km/h que superaba mis expectativas" y blablabla...
Os voy a contar lo importante para mí. Pequeñas pero muy importantes cosas:
La natación: bien. La prueba consistía en hacer 1900m y yo hice más de 2000m. Las olas, las pérdidas de orientación y algún francés que otro que se me cruzó y con el que tuve unas palabras de cortesía me hicieron entretenerme un poco. Me acordé de su familia y, aunque no entiendo francés, él creo que también me preguntó por la mía . Y en la charla nos hicimos unos metros de más. Total como voy "sobrao" pues me pongo a hacer amigos. ¡Olé!
La bici. Resumiendo, en el km 60 alguien se le antojó un caramelo o un chicle. Tiró el papelito y vino a caer entre mi rueda y el freno. No es que quiera excusarme pero la fuerza de rozamiento que ese papel provocaba sobre mi rueda pudo hacer que no quedase, no quiero exagerar, entre los diez primeros. La energía mental que gasté para ver como podía sacar aquel maldito envoltorio de mi rueda sin rebanarme el dedo me pasó factura en la carrera. Sin duda. Al final lo conseguí pero faltaban 2 km para terminar el segmento bici.
La carrera. Vamos a lo importante. Paso por alto que aunque yo creía que iba a un ritmo infernal no sé por qué me empezó a adelantar tanta gente.
Km 15 (más o menos) llego a un puesto de avituallamiento y veo unas barritas energéticas de las que a mí me gustan, sin colorantes ni conservantes (Mule BAr por si os interesa). No las había visto en los anteriores puestos así que me aparecen dos angelitos sobre mis hombros. Uno blanco y otro negro. El negro me dice: -"Colega, aprovéchate y coge todas las que puedas, aunque no tienes bolsillos no puedes dejar pasar esta oportunidad". El blanco me dice: -"No seas tonto y coje 1 porque con lo perjudicado que vas solo te falta cargar con más peso"... Entre las prisas y la indecisión opté por hacerle caso al negro. Con permiso del voluntario, que por cierto no se lo podía creer, me metí en la cintura 5 barritas que sujeté con la gomilla del pantalón. ¡Qué pasó? Que con el traqueteo de la carrera los snack se me metieron por dentro del pantalón hasta que por su propio peso se instalaron en lo más profundo de mi culo. El resultado es que parecía que me había cagado.
Pronto me arrepentí de hacerle caso al angelito negro pero me daba no sé qué tirarlas. Menos mal que no lo hice...
Km 18. Empiezo a encontrarme cada vez más cansado. La gente se retiraba y era asistida por la Cruz Roja y llegaron a darme mucha envidia. Allí tumbaditos en la camilla con su suero por vena... ummm!!! qué rico!!!... Glucosita!!!!
A lo lejos diviso el último puesto de avituallamiento. Llego andando. No puedo más. Un voluntario quinceañero me da un vaso de agua. Lo cojo. El angelito negro, supongo que arrepentido, me dice: -"En tu culo está la solución". Así que me meto la mano dentro del ojete. Rebusco... rebusco y... ¡Alejop!... Una barrita energética que me saco del trasero. Claro, el chaval no sabía si estaba viendo a Tamarit o era debido al mareo que tenía y me hacía delirar. De un mordisco rompí el precinto. Levanté la barrita como si fuera la estatua de la Libertad y cuando todos los voluntarios miraban y veneraban aquel preciado tesoro me lo metí en la boca en cuestión de milisegundos. De allí me fui envuelto entre los aplausos de todos los voluntarios. Un nuevo héroe acababa de nacer. Un héroe que sacaba su energía de lo más profundo de sus posaderas. Una versión de Asterix y su poción mágica de cantimplora.
Así amigos es como conseguí llegar a meta. Gracias a las barritas Mule Bar y su poder energético. Las otras cuatro aún las tengo. Yo no pienso comérmelas pero si alguien las quiere se las envío. Podemos hacer una versión de X Men los nuevos super héroes.
Bajé de 6 horas. Lo sé. Debo entrenar de otra forma. No más. Solo de otra forma y mejoraré sin duda. Amosaver...










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