
Ciudades trenzadas con exabruptos
De amor, observan las limitaciones
De vigilantes de las habitaciones
Tornando sus oídos en corruptos.
Filibustero sonido de noche
De cuna, de aullido escoliótico
Transformando un instante caótico
En fiesta compartida de derroche.
Mezcla de pesadilla al amanecer
Y un sollozo festivo. Aferrado
A la pared, esculpe un marcado
Alborozo que da paso al fenecer
Del momento desgranado y divino
Entre tú, yo y el eterno vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario