"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































sábado, 23 de julio de 2016

Giros de cabeza


(No veas el vídeo, creo que es mejor dedicar 3h de tu vida 
a ver la película entera, "La vida de Adele".
 Increibles actrices. Como la vida misma. Maravilloso film.)

Entré un un cutre-bar de una ciudad perdida. Pedí un agua con gas. Para mi sorpresa era una botella grande y me la sirvieron en vaso ancho, como a mí me gusta. Me senté en una mesa lejos del aire acondicionado. Delante una gran televisión de pantalla curva donde se podía ver su imagen con todos los detalles tal como si estuvieras dentro del propio televisor. En este caso, había un documental de la sabana africana con muchos leones. Me quedé pillado con las imágenes. Una leona intentaba esconder a su cachorro de otros dos leones jóvenes que buscaban un nuevo territorio para dominar. Después de varias escenas donde se veía a la leona bastante estresada por la presencia cercana de los leones invasores, sucede una pelea y como era de esperar matan al pequeño cachorro. Ella se queda bastante traumatizada pero no le queda mas remedio que resignarse. Aun así, desesperada, atendiendo a su instinto, llama a su cachorro con pequeños y continuos sonidos pero no recibe respuesta. Su cachorrito está muerto. Comienza a caminar errante y perdida sin entender bien qué ha pasado, sin aceptar que su bebé ya no lo volverá a ver. Se mueve lentamente, en silencio.  Me da pena.

Tras mucho dudar y horas de indecisión la mamá decide dirigirse hacia el territorio donde vive su madre y su hermana con dos crías. Entre los tonos ocres del atardecer africano se para durante un instante y gira su cabeza echando una última mirada hacia las tierras donde yace su cachorro muerto. Parece un humano. Siente añoranza y dolor. Se puede ver claramente. Acto seguido comienza con gran pesadez los primeros pasos para reunirse con su antigua familia. Me dio la impresión que hasta lloraba de tristeza.

Terminé mi agua gasificada. La imagen de la leona mirando hacia el horizonte donde quedan sus recuerdos me conmovió. Me levanté y abrí la puerta del bar, un golpe de calor asfixiante me dio en toda la cara. También dirigí la mirada queriendo ver más allá, giré mi cabeza a un lado y otro de la calle. Todo en silencio. Nadie paseando. Me volví hacia el camarero y le dije adiós, salí andando muy lentamente. Pensé que la vida es una sucesión de giros de cabeza, un continuo encontrar y perder, encontrar y volver a perder. Que se lo digan a la leona. Que nunca me lo digan a mí.




Baila que da mucho de sí y se aprende a dar muchos giros también de cabeza

No hay comentarios: