El sábado quedé con mis amigos para salir con la bici y hacer unos cuantos kilómetros.
No llevaba mas de 500 metros cuando oí un ¡¡¡¡pzuuuuu!!!!. Oh, oh... pinchazo.
La inercia me llevó hasta un portal donde me paré y me dispuse a cambiar la rueda.
Al minuto salió una mujer muy amable con una bomba de aire para inflarla.
Con las prisas en el montaje pellizqué la única cubierta que me quedaba y la pinché.
El hijo de esta mujer era ciclista y la buena señora me dio otra que tenía en casa.
De todos los sitios de Granada donde podía pinchar creo que elegí el mejor.
Por la tarde vi una película: "Magnolia".
No sabía de que iba.
No sabía de que iba.
Trata sobre casualidades. Qué casualidad.
Os la recomiendo.