"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































viernes, 25 de septiembre de 2009

Crema de calabaza (sin carroza)


Trocear la calabaza, las zanahorias y las patatas, también añádase bastantes días de risas, de cariño y amistad. Cocinarlo en agua con un poco de sal.
Después, en una sartén, poner el aceite y sofreír la cebolla junto con momentos de trabajo compartido.
Cuando las verduras ya estén cocidas y la amistad vaya a más, retirar el caldo de la olla, pero reservar un poco por si hace falta luego (en los malos momentos).
Añadir en la olla con las papas, zanahorias y calabaza, la cebolla, los quesitos y algunos ratos inolvidables. Salpimentar.
Triturar todo muy bien, y si quedara demasiado espeso y no fuese agradable al tragar, añadir algo del caldo de las verduras, mirar en el interior del corazón y ver cual es el problema realmente. Los ingredientes deben ser meticulósamente escogidos y añadirlos en su justo término si no todo puede salir mal, la calabaza no se convertirá en carroza y la princesa y el príncipe no se volverán a ver.