Parece ser que aquellos que establecen metas a muy largo plazo con pocas recompensas inmediatas están menos satisfechos con sus vidas que la gente que tiene metas más fáciles a corto plazo.
Pero... Si las metas son demasiado fáciles hacen que el individuo tampoco disfrute su vida.
¡Es que no nos conformamos con nada!
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