Resulta que estamos en alerta amarilla. Bueno y qué.
Eso qué supone.
¿Un redondelito amarillo, recortado en cartulina, en algún sitio visible de cualquier Instituto Meteorológico de España?
Parecido a cuando de pequeños íbamos al servicio, y la "seño" nos hacía dar la vuelta a la cartulina que había colgada detrás de la puerta de clase: de verde a roja.
Según nos cuentan, estás altas temperaturas son debidas a vientos que proceden de África.
Ja y Ja.
Me quieren convencer que esos vientos que proceden del quinto pino, esos vientos calentitos que tienen que pasar por mil sitios, me quieren decir, que no les da tiempo a enfriarse al llegar a España. Pero si yo cuando hago arroz blanco y lo dejo sobre la cocina en su cacharrito se enfría él solo (y mira que en mi casa no tengo aire acondicionado) y el cacharrito está quieto, eh? ni le soplo, ni lo muevo, ni "ná".
Lo que pasa, es que nos están ocultando algo. Seguramente, estos americanos tienen un satélite microondas y se habrán dejado la puerta abierta o algo así.
Vamos hombre, lo de los vientos africanos cuéntaselo a otro. Cuentos de chinos.
Mariano Medina, el hombre del tiempo de hace 30 años, cuando hacía calor decía que hacía calor y punto. Ponía un sol bien gordo que ocupaba toda España y ya está.
Sol es igual a calor.
Paquécomplicarse.
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