"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































lunes, 20 de septiembre de 2010

Miss Huevo


El mundo científico tiene, con frecuencia, algunos experimentos que son sin dudarlo, un tanto curiosos. Me acabo de enterar de uno en el que se da a escoger a un grupo de personas, entre 8 fotografías de hombres y 8 de mujeres, para seleccionar el retrato con el rostro más bello. Lo curioso es que, por otra parte, también se da a elegir a un grupo de gallinas, que previamente han sido adiestradas, para picotear ante la foto que más les gusta a cambio de un puñado de trigo. 

Conclusión: Las gallinas y los humanos eligieron las mismas fotografías.

Cosas de la evolución de nuestro cerebro.

Pero mira por donde creo que tiene sus ventajas. Por ejemplo, en los concursos de belleza, entre el jurado debería haber un 50% formado por  gallinas jurado independientes y objetivas. Se me ocurre también el abanico de posibilidades que se presenta en las fiestas nocturnas. Pongamos que sales por la noche y conoces a una chica. Para confirmar su atractivo (por si acaso la oscuridad, el ruido y el alboroto te afecta) te abres la gabardina y le preguntas a la gallina que llevas en el bolsillo interior, qué le parece. O mejor la sueltas por el pub y que vaya picoteando por ahí hasta que se pare a los pies de la  chica más guapa.

Eso es lo que yo hice hace ya unos cuantos años. 
Al  final elegí a la que ahora es mi mujer. Martita, una gran gallina ponedora.

Estoy muy contento de la elección.
Sólo que mi mujer  es muy madrugadora.
Al principio me molestaba pero ya me he acostumbrado
Se levanta al amanecer y me despierta todas las mañanas subida al armario.
Pero dentro de poco voy a ser padre.
Mi mujer ha puesto un huevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena ser padre es una noticia que cambia la vida. Esperamos que cuando estés entre pañales nos sigas ameneizando con tus historias.