"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































domingo, 25 de noviembre de 2007

De garganta


Por si fuera poco, con el abdominal y anal, vamos a hablar sobre el cerrojo de garganta. Seguramente lo habéis estado haciendo sin daros cuenta.
Este ejercicio comprime parcialmente las arterias carótidas y protege de un excesivo flujo de sangre al cerebro cuando estamos haciendo el cerrojo abdominal. Desvía parcialmente la presión que se podría originar en los sensibles capilares cerebrales y redirige el exceso de sangre hacia las extremidades superiores y otras partes del cuerpo.
El acto de cerrar la glotis contrayendo los músculos de la garganta y recogiendo levemente la barbilla produce una apertura de los agujeros por donde salen los “cables” que inervan y controlan importantes funciones musculares y sistemas.

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