Agradecer a esta familia el haber elegido el triatlón. Cada vez que lo veo me emociono. El sueño de este padre era hacer un triatlón de larga distancia con su hijo. Nació con parálisis cerebral pero eso no impidió sus metas. Entrenaron juntos para hacer 2.800m nadando, 180km en bici y al final 42.192m (maratón) corriendo. La media es de unas 11 a 12 horas. Este padre y su hijo tardaron 17 horas. El final es muy emocionante. Vaya tela con el ser humano!!!
"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
lunes, 3 de diciembre de 2007
miércoles, 28 de noviembre de 2007
El lobo y uno de los tres cerditos
Si tenemos un problema y lo queremos resolver de una forma creativa. De un modo que nos aporte la seguridad de que no se va a volver a repetir, no podemos aplicar las mismas decisiones que tomamos para las pequeñas cuestiones que se presentan en la vida diaria. Nuestros instintos se anquilosarán si usamos idénticos análisis para todos nuestros problemas.
En los momentos decisivos (pequeñas acciones definitivas ante un abanico de posibilidades) debemos de tener una mirada clara y limpia. Son los “movimientos comprometedores” de los que habla Garry Kasparov.
Hay veces que la decisión es fácil y obvia pero otras veces nos tenemos que dejar llevar por nuestro instinto. Debemos evaluar si vamos a dejar la puerta completamente cerrada. Además evitar que nos sobrepase el deseo de liberarnos de la tensión provocando una resolución errónea.
Como le dijo el lobo al cerdito que vivía en la casa de piedra: “Soplaré cuando haya que soplar”. El lobo no se deja llevar por un estado de ánimo optimista. Ha aprendido de sus errores pasados. Ahora sus decisiones son más precisas y hábiles. No desfallece con el resultado de los anteriores cuentos. Se equivocó, se levantó y vuelta a empezar. Sigue motivado e implicado. Tiene hambre. Construir sin licencia está penado. El cerdito deberá salir de su casa cuando lleguen las fuerzas de seguridad. Allí estará el lobo esperándolo. Ahora le toca pensar a Porky una salida creativa a su futuro problema... ¿tal vez venderle la casa al lobo y todos contentos? ¿Montar juntos un restaurante de comida vegetariana? Soluciones creativas.
martes, 27 de noviembre de 2007
Gustavo y el diafragma
¿Para qué el abdominal?
Uno de los más importantes beneficios de este cerrojo es la estimulación de las glándulas suprarrenales que se sitúan sobre los riñones. La excreción de las hormonas sexuales y la cortisona, que interviene en los procesos inflamatorios, forma parte de sus funciones. Al igual que el de garganta, estimula a nivel vertebral los ganglios lumbares. Estimula la vena cava y ayuda al retorno de sangre venosa hacia el corazón y los pulmones donde será renovada con sangre oxigenada arterial.
El trabajo que realiza el diafragma en este ejercicio se puede comparar con un “segundo corazón” facilitando la tarea de irrigación del propio músculo cardíaco evitando que trabaje en exceso.
Mantener un diafragma en perfectas condiciones, sin rigideces y tensiones ayuda a mantenernos más sanos. La respiración superficial que limita la oxigenación del organismo, el estreñimiento, la fatiga crónica, insomnio, jaquecas son algunos de las causas de un diafragma que se mueve menos que la rana Gustavo en una cama de velcro.
Uno de los más importantes beneficios de este cerrojo es la estimulación de las glándulas suprarrenales que se sitúan sobre los riñones. La excreción de las hormonas sexuales y la cortisona, que interviene en los procesos inflamatorios, forma parte de sus funciones. Al igual que el de garganta, estimula a nivel vertebral los ganglios lumbares. Estimula la vena cava y ayuda al retorno de sangre venosa hacia el corazón y los pulmones donde será renovada con sangre oxigenada arterial.
El trabajo que realiza el diafragma en este ejercicio se puede comparar con un “segundo corazón” facilitando la tarea de irrigación del propio músculo cardíaco evitando que trabaje en exceso.
Mantener un diafragma en perfectas condiciones, sin rigideces y tensiones ayuda a mantenernos más sanos. La respiración superficial que limita la oxigenación del organismo, el estreñimiento, la fatiga crónica, insomnio, jaquecas son algunos de las causas de un diafragma que se mueve menos que la rana Gustavo en una cama de velcro.
domingo, 25 de noviembre de 2007
De garganta
Por si fuera poco, con el abdominal y anal, vamos a hablar sobre el cerrojo de garganta. Seguramente lo habéis estado haciendo sin daros cuenta.
Este ejercicio comprime parcialmente las arterias carótidas y protege de un excesivo flujo de sangre al cerebro cuando estamos haciendo el cerrojo abdominal. Desvía parcialmente la presión que se podría originar en los sensibles capilares cerebrales y redirige el exceso de sangre hacia las extremidades superiores y otras partes del cuerpo.
El acto de cerrar la glotis contrayendo los músculos de la garganta y recogiendo levemente la barbilla produce una apertura de los agujeros por donde salen los “cables” que inervan y controlan importantes funciones musculares y sistemas.
Este ejercicio comprime parcialmente las arterias carótidas y protege de un excesivo flujo de sangre al cerebro cuando estamos haciendo el cerrojo abdominal. Desvía parcialmente la presión que se podría originar en los sensibles capilares cerebrales y redirige el exceso de sangre hacia las extremidades superiores y otras partes del cuerpo.
El acto de cerrar la glotis contrayendo los músculos de la garganta y recogiendo levemente la barbilla produce una apertura de los agujeros por donde salen los “cables” que inervan y controlan importantes funciones musculares y sistemas.
viernes, 23 de noviembre de 2007
ID
La mucosa del intestino delgado sirve de barrera entre el interior del organismo y los agentes externos como bacterias y alimentos. En algunas personas esta barrera no cumple a la perfección su papel y permite que la atraviesen grandes moléculas que en teoría deberían quedarse quietecitas al otro lado del muro-mucosa.
Algunas de estas sustancias son nocivas. Si se van acumulando todavía lo son más. Si además hay factores hereditarios favorables, pueden producir numerosas enfermedades.
De este modo se explica la intolerancia de algunas personas a la leche, al huevo y al gluten en etapas adultas.
Entre otras, las posibles enfermedades que coincidían con un gran número de pacientes con notable permeabilidad intestinal son: artritis reumatoidea, espondilitis anquilosante, diabetes insulinodependiente, la nefropatía por IgA y la enfermedad de Crohn.
Esta teoría se basa en los estudios realizados por el doctor en Medicina Jean Seignalet que trabajó como interno en el hospital de Montpellier y fue catedrático en la universidad de la misma ciudad.
Quiero decir con esto, que sobre el ser humano inciden innumerables factores que intervienen en el desequilibrio de un sistema provocando enfermedad. Si el nutricional es el factor más importante, algunas veces al controlar la alimentación el problema mejora e incluso desaparece. Seguiré con otros factores que también son importantes. Continuará...
Algunas de estas sustancias son nocivas. Si se van acumulando todavía lo son más. Si además hay factores hereditarios favorables, pueden producir numerosas enfermedades.
De este modo se explica la intolerancia de algunas personas a la leche, al huevo y al gluten en etapas adultas.
Entre otras, las posibles enfermedades que coincidían con un gran número de pacientes con notable permeabilidad intestinal son: artritis reumatoidea, espondilitis anquilosante, diabetes insulinodependiente, la nefropatía por IgA y la enfermedad de Crohn.
Esta teoría se basa en los estudios realizados por el doctor en Medicina Jean Seignalet que trabajó como interno en el hospital de Montpellier y fue catedrático en la universidad de la misma ciudad.
Quiero decir con esto, que sobre el ser humano inciden innumerables factores que intervienen en el desequilibrio de un sistema provocando enfermedad. Si el nutricional es el factor más importante, algunas veces al controlar la alimentación el problema mejora e incluso desaparece. Seguiré con otros factores que también son importantes. Continuará...
lunes, 19 de noviembre de 2007
Simios, palos y colmillos
¿Por qué creó la naturaleza un simio que caminase a dos patas?
Porque en el suelo podía hacer algo que ninguna otra criatura había hecho antes tanto y tan bien: utilizar las manos para fabricar y transportar herramientas que ayudasen a satisfacer las necesidades cotidianas. Así, pasamos de una columna vertebral que describía un simple arco a la convexidad lumbar que aporta estabilidad a los humanos y da trabajo a los fisioterapeutas.
Todos los simios actuales poseen colmillos protuberantes que sirven para abrir frutos de cáscara dura, para masticar bambú y para amenazar o luchar contra depredadores o rivales sexuales.
Nuestros antepasados bípedos carecían ya de grandes colmillos. Los que tenían eran pequeños. Los molares anchos y planos. Las mandíbulas eran más para moler y triturar que para cortar y herir. Entonces, nuestros antepasados descolmillados, ¿eran inofensivos? Lo dudo mucho.
Son más de temer quienes blanden los palos más grandes que quienes enseñan los dientes más grandes.
En la actualidad, pocos son los que manejan el palo más grande. Aquellos que manosean la política y la información. Con solo tanques ya no vamos a ningún sitio. Pero las necesidades cotidianas (para unos pocos en este planeta) ya están satisfechas, ¿no? No necesitamos palos ni colmillos.
¿Hemos perdido el norte?
¿Dónde queremos llegar?
¿A la desnaturalización y a no comernos ni un rosco?
¿Tenemos que hablar con nuestro dentista?
Porque en el suelo podía hacer algo que ninguna otra criatura había hecho antes tanto y tan bien: utilizar las manos para fabricar y transportar herramientas que ayudasen a satisfacer las necesidades cotidianas. Así, pasamos de una columna vertebral que describía un simple arco a la convexidad lumbar que aporta estabilidad a los humanos y da trabajo a los fisioterapeutas.
Todos los simios actuales poseen colmillos protuberantes que sirven para abrir frutos de cáscara dura, para masticar bambú y para amenazar o luchar contra depredadores o rivales sexuales.
Nuestros antepasados bípedos carecían ya de grandes colmillos. Los que tenían eran pequeños. Los molares anchos y planos. Las mandíbulas eran más para moler y triturar que para cortar y herir. Entonces, nuestros antepasados descolmillados, ¿eran inofensivos? Lo dudo mucho.
Son más de temer quienes blanden los palos más grandes que quienes enseñan los dientes más grandes.
En la actualidad, pocos son los que manejan el palo más grande. Aquellos que manosean la política y la información. Con solo tanques ya no vamos a ningún sitio. Pero las necesidades cotidianas (para unos pocos en este planeta) ya están satisfechas, ¿no? No necesitamos palos ni colmillos.
¿Hemos perdido el norte?
¿Dónde queremos llegar?
¿A la desnaturalización y a no comernos ni un rosco?
¿Tenemos que hablar con nuestro dentista?
viernes, 16 de noviembre de 2007
Estrés, cebras y seres humanos
¿Por qué las cebras no tienen úlcera? es el título del libro de Sapolsky, profesor de Stanford. Y la respuesta a la pregunta es muy sencilla: Porque no tienen estrés. Cuando un león ataca, son presas de tremendas reacciones hormonales que les hacen salir corriendo. Pero hasta que no intuyen al depredador, están tranquilamente pastando sin elucubrar qué harían si vieran una leona.
Sin embargo , el ser humano tiene la capacidad de adelantarse a los acontecimientos y encima de ser un pesimista de narices (salvo excepciones). De este modo nos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en constante estrés. Aunque no haya ningún peligro aparente. ¿Quiere decir eso que las cebras son más inteligentes que nosotros?
Creo que es el precio a pagar por nuestro desarrollado cerebro. Lo bueno, es que tenemos mecanismos para superar estás situaciones. Estrategias estudiadas científicamente. Ya las iremos viendo en el blog.
domingo, 11 de noviembre de 2007
Cambio Climático
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