3 días son necesarios, no más
3 días para la rebelión
para darse cuenta de cómo se manifiestan
de como se transforman.
3 días para que todo empiece o termine
sin contemplación.
Podrían sobrar pero no, son los días justos
para construir y destruir
para engañarse o renacer.
76 horas para odiar y olvidar
para que los fenómenos coincidan o se dispersen,
de 3 en 3 días la vida transcurre.
Esperar y vivir, en eso consiste.
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