Hoy, paseando, vi a unos ancianos que iban cogidos de la mano delante de mí. Me puse a su lado y empezamos una conversación. Además de ser muy simpáticos me dijeron su edad: él 93 y ella iba a cumplir 91. Parecían 20 años más jóvenes, la verdad.
Sentí envidia. No por su edad. Porque iban cogidos de la mano.
Ummmm....No. Ahora que lo pienso...
No era envidia, era alegría. Sí, eso. Alegría por ellos. Por su amor y su longevidad.
Puede que tenga algo que ver lo uno con lo otro.
Ummmm....No. Ahora que lo pienso...
No era envidia, era alegría. Sí, eso. Alegría por ellos. Por su amor y su longevidad.
Puede que tenga algo que ver lo uno con lo otro.
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