"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































martes, 31 de mayo de 2016

¿Donde está mi llave?

 
Foto: Alain Laboile
Érase una vez que se era
un príncipe que se convirtió en sapo.
Ni intentando darle la vuelta
como si fuera un calcetín
volvería a ser aquel  príncipe.

La princesa al verlo croar
decidió tirar la llave al fondo del mar.
Era la llave de su ahora nuevo corazón de batracio.

Cayó cerca de aquella inolvidable sirena
que un día inundó de color
su antes príncipe corazón.

Eran otros tiempos,
cuando el fondo del mar
era un hermoso fondo de mar
donde llegaba la luz pura del sol.
Un fondo no contaminado. 

Pero ahora 
con tantas llaves
de tantos corazones de sapos
que un día fueron príncipes
pues...
no queda bonito. 
No es lo mismo pasear por esas profundidades.

Además, nadie buceó para rescatar y limpiar 
ese paraje subacuático de llaves oxidadas.
Una vez, un intrépido submarinista se atrevió
pero no pudo llevarlas a la superficie. 
Eran demasiadas.
Pesaban mucho. 
Hubiera hecho falta
ayuda submarina extra
(y claro, ahora queda feo el fondo así
con tanto metal envejecido, con tantas llaves 
de tantos corazones oxidados)
Mejor dejarlo como está y volver a la orilla de la playa.




miércoles, 25 de mayo de 2016

lunes, 23 de mayo de 2016

Desaprender



No tendríamos que hacer más, 
tenemos que desaprender, deshacer.
Quitar todo lo que nos sobra, con lo que cargamos 
sin darnos cuenta desde que nacemos. 

Un día, despertamos con todo ese peso de más y es tarde. 
Podríamos volver a los orígenes y  comenzar desde cero.
Deberíamos empezar desde la soledad primitiva con amor, hacia el amor compartido.
Perdón. 
X___o

viernes, 20 de mayo de 2016

Solo

Cuando estoy solo hay oxígeno de más,
puedo jugar a traspasarlo,
agujerearlo y pisotearlo, porque no es
de nadie. No es de quien debería o podría ser. Es todo
para mí.

Cuando estoy solo escucho el eco de mis pasos por la escalera,
como carraspea la llave en su cerradura y
el clic del interruptor al llegar a casa. Incluso,
oigo la moto trompetera, allá, al final de la calle.

Veo más sombras debido a la transparencia solitaria,
sombras que se muestran y me acompañan donde voy. Veo las pelusillas 
de debajo de la cama y veo a la soledad paseando de un lado a otro, 
con las manos tras su espalda. Pensativa.
Hola soledad! (sole) Qué tal?
Gracias a soledad  descubro cosas que hay que cambiar, ordenar y arreglar.

Ahora que estoy solo, también respiro, siento y deseo. Igual que cuando estoy
acompañado, sólo que estoy solo. Estoy en soledad y respiro, siento y deseo
seguramente otras cosas, aunque no estoy seguro. Porque la soledad me confunde
(y no solo de noche)


martes, 17 de mayo de 2016

Ninguno es bueno o malo


Ninguno es bueno o malo. Ninguno es responsable del fracaso y los dos lo son a la vez. Los dos tienen partes claras y nobles y los dos tienen partes oscuras y son vulnerables… Es una crónica de desamor… como tantas crónicas se producen en cada momento en distintas partes del mundo…

… Siempre queda una canción. O una melodía. “Y si rompí tu corazón ayer noche es porque te quiero más que a nada”. Blue Valentine es un desgarro emocional…

Sacado del blog de Hildy Johnson
Simplemente, un blog "de cine"


Vitki



Que los conjuros se fijen en los necesitados
Que los  cantos resuenen en la noche
Que vuelen los sabios secretos  y se posen el los sueños.
Que las estrellas brillen, susurren a la oscuridad,
Y despejen  el camino que conduce a Odín
Que se abra la puerta del paraíso
Donde residen los afortunados
Los que acarician la magia de los grandes héroes
Los que saben donde, cuando y cómo.

A mí, a mí, a mí, Que entre para nunca salir.
Mirso de Tolina








viernes, 13 de mayo de 2016

sencillamente complicado




Pleno caos relacional. Pienso en qué capacidad tenemos para complicarnos la vida. Qué capacidad tenemos para desear  cosas que no son importantes en nuestras vidas y menospreciar las que sí lo son para hacernos felices. Nuestras relaciones son fundamentales en nuestra salud. He leído por ahí que mucho más que dejar de fumar, hacer ejercicio, o comer saludablemente (aunque no nos engañemos, la salud tiene un componente  multifactorial, por lo tanto, no tentemos a la suerte)

Acabas conociendo a tu pareja casi tan bien como te conoces a ti mismo. Digo casi porque, ni uno acaba conociendo perfectamente a su pareja, ni tampoco acabamos por entendernos a nosotros mismos. Es complejo. Todo en esta vida es complicadamente sencillo o sencillamente complicado.

Ni dinero, ni fama, ni estatus social...ya sabemos que lo verdaderamente importante es el entramado social que nos rodea y no sólo eso, sino la calidad de esa red, diría yo. Pasamos por momentos difíciles y duros en el mundo de la pareja, de los amigos, de la familia. No pensamos en que ese mundo tiene un coste. No monetario, no económico. Es un coste energético emocional. Querer y hacerse querer supone un esfuerzo. Un esfuerzo que merece la pena porque en ello va nuestra felicidad. Querer ser feliz depende de lo que queramos esforzarnos en serlo. La felicidad no viene sola, hay que currársela. Hay que trabajarla. A veces con más ganas que otras. Ser flexible no rígido. Ser amable no un capullo. Ser dulce no un mala follá. Ser buena gente no un cabrón. 

También dejar que el otro sea. Dejarse querer, dejarse llevar, dejar fluir, dejar que suceda lo bueno. Como decía, acabas conociendo a tu pareja, con el tiempo la relación cambia (yo creo que para bien en una relación saludable) y hay que adaptarse. Hay que saber leer la nueva situación. No podemos pretender que todo sea como al principio. Hay que dar soluciones, tampoco consiste en conformarse. Resumiendo, hay que esforzarse. Invertir tiempo. Invertir espacio. Vamos; ponerse manos a la obra. La felicidad no viene solita a tu puerta. A veces llega bien acompañada y nos fijamos más en la compañía que en la propia felicidad y acabamos por olvidar qué hacer para merecerla.

"La vida depende de lo que piensas
de lo que amas
de quién te ama"

Yo. 13.05.2016
-ha pasado un mes-


domingo, 1 de mayo de 2016

13.04.2016

Tenemos hasta  el último segundo de nuestras vidas  para redimirnos, dar ejemplo, para dejar bien alto nuestro nombre al pasar por este miserable mundo que nos empeñamos en construir tan mal. Tenemos esa oportunidad que podemos desarrollar en cualquier momento de nuestra vida. La oportunidad de regalar una valiosa enseñanza a los que nos rodean. Que quede en el recuerdo y perdure por unos cuantos años más y, si es posible, unas cuantas generaciones más. Hacer que el paso por este mundo no  sea  en vano. Creo  importante destacar que el momento cercano a la muerte, muestra quién es uno verdaderamente. Son tiempos difíciles donde hay que tenerlos bien puestos para ponerse a dar lecciones.

Algunas veces la suerte no acompaña y nada más nacer la mierda lo inunda todo. Nuestro entorno  provoca que uno  vaya arrastrando la miseria hasta el final.  Ambientes despreciables llenos de ruidos miserables que no  dejan mostrar  quienes somos en realidad. Mostrar de qué estamos hechos y cual es nuestra verdadera esencia. 

Algunas veces también coincide con que estas mismas personas, a pesar de haberse contaminado su vida y sobrevivir, son individuos  adelantados a su tiempo.  El paso de los años confirma que su modo de pensar era el de un ser excepcional. Gente que muestra sus dones, su sensibilidad oculta por la presión social, familiar, cultural.

Llega entonces la etapa final de la vida, cuando todo se vuelve rematadamente difícil y, comportarse como un héroe tiene mucho más mérito todavía.  Hace unos días he acompañado en su recta final a una de estas mujeres intrépidas. Un recta que ha durado aproximadamente 10 años. Una persona que en su proceso de desconexión de la realidad me ha enseñado una gran lección; como luchar hasta las últimas con la cabeza bien alta. Con fuerza. Sin humillarse. Sin contradecirse. El mayor orgullo es llevar esos genes de la persona que me dio ejemplo de cómo se hace. De como se vive para mantenerse digno hasta el final. Y encima, de cómo se hace desde una posición vulnerable e indefensa. Como uno tiene que luchar para despedirse con dignidad de este mundo. Para dejar la huella de una persona que es entera de pies a cabeza, de un sencillo y con coraje ser humano. De una madre que te enseña hasta el último segundo que el amor está por encima de todo. 

Te quiero mami.