"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































martes, 6 de septiembre de 2011

Sosiego (quitando un des)


Al día siguiente, viernes, desayuné solo. A lo lejos, la ciudad continuaba con su neurótico e intranquilo bullicio diario, sin más por qué que la simple inercia de la marabunta entre los grandes edificios. Llevaba un año en aquella casa perdida en la montaña. Había dado largos paseos por los alrededores, había visto decenas de veces los mismos árboles, los mismos caminos, había recorrido las innumerables veredas, muy poco transitadas por los lugareños. Me había sentado en aquel banco desde donde se divisaban todos los pueblos de alrededor.  También la infinita costa y  un  misterioso mar desconocido y familiar a la vez. Pero hasta aquel viernes por la mañana, nunca me había parado a pensar que aquellos parajes serían distintos con el paso de los días. 
Ahora, a raíz de nuestro encuentro todo será diferente y con el tiempo lo será más. Nada volverá a ser lo mismo.




Mirso de Tolina

1 comentario:

Anónimo dijo...

!Vamos a ver!, primeramente será encontrarse para desencontrarse después ¿no?, o vale aquí también lo de que el orden de los factores no altera el producto. Pero me alegra lo de este desencontrado encuentro, o al revés, que ya me he hecho un lío.