Cabalgamos sobre nuestra mente igual que lo haríamos sobre un caballo: a veces salvaje, otras revoltoso, en ocasiones disperso e incluso algunas tranquilo. Para nuestro largo paseo por la vida, no vendría mal dar algunas lecciones a nuestro corcel para que el trayecto sea más apacible. Podemos empezar por la respiración.
Un ejercicio muy sencillo es utilizar la respiración abdominal. Por sí sola, esta respiración tiene la capacidad de producir cambios positivos en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios. El equilibrio entre ellos es una situación que beneficia a todo nuestro organismo.
Durante unos minutos, podemos dedicarnos a observar como nuestro abdomen se mueve con la respiración. Si estamos tumbados. Sube cuando cogemos aire y baja cuando soltamos. Diez minutos estaría bien para empezar. Parece fácil, pero nos vamos a encontrar que al cabo de los primeros minutos, si llega, nos hemos cansado de respirar de esta forma. Si nuestro caballo nos ha abandonado y está dando vueltas como un loco por ahí, cógelo con suavidad y proponle que se concentre en la respiración. Las veces que haga falta. Si se dispersa 100 veces, pues 100 veces intentamos que se centre en la respiración. No esperes resultados mágicos al instante. Es una cuestión de paciencia y perseverancia. Si lo repites durante algunos días, se acostumbrará a esa nueva sensación y cada vez será más fácil su entrenamiento.
¡Ven aquí guapo, ven!
-Le pasas la mano por el lomo, le rascas un poco y, te vas a dar un tranquilo paseo-
Así se empieza.
5 comentarios:
!Gracias! Si tú nos guías te seguiremos paso a paso. Un abrazo
Creo que no tenemos en cuenta el significado de meditar, pues lo confundimos con pensar o reflexionar. Pero intuyo que debe ser algo así como ver nuestro propio pensamiento desde fuera, ¿es así?
Gracias a vosotr@s. Pondré todo mi corazón en los pequeños consejos que, modestamente, puedan ayudar.
Observar nuestros pensamientos, emociones, respuestas, respiración posturas,... Observar, en definitiva
Ya tenemos un cierto control en mantener la atención en la respiración abdominal. ¿Podrías darnos el segundo paso de la meditación? ¿Cuantas veces deberíamos meditar al día?.. y.. ¿es importante el lugar, el ambiente en que lo hagamos?
¿Debería hacerse a la misma hora todos los días? Gracias, porque seguro que nos contestas. Un beso.
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