"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































jueves, 19 de noviembre de 2009

Dando ejemplo


Imaginemos que estamos estudiando Pedagogía.

Se supone que es una carrera donde los profesionales que imparten sus clases tienen recursos educativos suficientes para motivar al alumno a la hora de asistir, participar, facilitar e implicar en sus asignaturas al futuro pedagogo.
Estos profesores son especialistas en estos temas y enseñan a sus alumnos qué tienen que hacer en cuanto, repito, implicar, motivar, entusiasmar...
Lo digo porque salvo excepciones ocurre esto:
Se pasa una lista de asistencia a clase que te "obliga" a asistir...
Por supuesto a la mínima oportunidad el 90% de los alumnos optan por la opción de no asistir.
Esto provoca una saturación en las clases. Con gente sentada en el suelo. Al querer abandonar de clase por lo incómodo de la situación se les niega la salida.
Lo más gracioso es que luego te dan las gracias por asistir como si todo fuera un acto voluntario.
Si tomas la opción de no ir tienes una segunda oportunidad de evaluación pero antes de escogerla el profesor te pide que "reflexiones" por la dificultad que esa nueva alternativa resulta.
Es gracioso como cuanto más se le obliga al alumno a prestar atención y asistir menos interés pone.
Es lo que se llaman técnicas impositivas y dictatoriales... pero claro en un contexto que pretende enseñar todo lo contrario. Interesante.

A nuestra Universidad le falta un hervor.

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