"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































viernes, 17 de abril de 2015

Amor




En este planeta hay muchos seres humanos que hablamos un lenguaje con el corazón a parte del verbal. Un lenguaje que es claro pero que nuestra parte racional interrumpe, manipula, se mete por medio y entorpece. Complicamos las cosas cuando se presentan sencillas. Filtramos la información que recibimos del corazón del otro y llenamos de mierda el mensaje haciéndonos una paja mental que luego vomita nuestra conciencia. Y así nos vamos jodiendo la existencia a nosotros mismos. -¿Qué has querido decir?-, -¿Por qué dices eso?-, -¿Por qué no has dicho esto?-... 

El amor habla con un lenguaje claro y sencillo. Hay muchas formas de amar, pero para mí, creo que la que refleja esta  canción es la que más me llega. Esa forma de amar es la que me toca. El lenguaje no verbal que utilizan los protagonistas es el derivado de su diálogo racional. El que lo llena todo de mierda. Pero la letra de la canción  es la letra del corazón:

Si te necesitara, ¿vendrías a mí?
¿Vendrías a mí para aliviar mi dolor?



Si tú me necesitaras, iría a ti 
Nadaría los mares para aliviar tu dolor.

 Cuando las cosas van bien no hay que esforzarse mucho. Uno se deja llevar por la pendiente, intentando no salirse del camino y caer por el precipicio. Querer que el otro no se pierda las maravillas de la vida, esos pequeños momentos de felicidad,  porque sería como si uno mismo se los perdiese. Sentir al otro, empatizar con el otro cuando aparecen los problemas, como si ese dolor fuera tuyo, eso, digan lo que digan los que dicen que saben de esto, eso es amor para mí. 




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