"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































viernes, 15 de julio de 2011

Menos tu vientre...

Menos tu vientre, todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
Miguel Hernández



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un poema profundo y desgarrado. Pero en la concepción de un hijo no se resume todo el amor que un hombre pueda dar a una mujer. El cuidarse mutuamente cada día es la mayor prueba de amor para mí.Ahí están la parejas que deciden no tener hijos y son tan felices o más que los que los tienen.

Anónimo dijo...

El vientre es para el poeta sinónimo o metáfora de un refugio donde cobijarse, una morada segura y cómoda frente a un mundo hostil. Grande, Miguel Hernández.