"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































lunes, 23 de mayo de 2011

En ocasiones...

Cuando hablo de señales en mis entradas anteriores, hablo de sucesos que me llaman la atención y que relaciono con hechos que me ocurren en las siguientes horas. Pues bien. ¿Qué pasaría si os encontráis un pájaro muerto o atropelláis un pájaro con el coche o estáis a punto de machacar con la rueda de la bici a un polluelo que acaba de salir del nido y se cruza por mitad de la carretera?
Nada.
¿Verdad?
Pues para mí son señales.
Y efectivamente; en los siguientes días sucedieron cosas que confirmaron esas señales. Cosas importantes. 
Son señales que no sé como utilizar pero que ahí están.
O son imaginaciones mías que coinciden con hechos.
Es lo mismo...
Pero que coinciden. Eso es lo que me llama la atención.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿aún crees que las coincidencias son casuales?. Yo creo cada vez más, que no lo son.