Querido 2019;
He sabido de ti por propia experiencia. Contando junto a ti los días me ha dado una ligera idea de como eres. A punto de acabar este año quisiera reflexionar sobre ti antes de que toquen las campanadas.
Ay¡ 2019. Si te hubiera conocido antes. En realidad si hubiera conocido antes también a 2018, 2017, 2016... Uno piensa después de que haya sucedido todo, que lo que sabía en ese momento, lo que conocía, lo que daba por hecho, era lo más -¿como explicarlo?- acertado para la realidad que se estaba viviendo y no. No es así. Cuando todo pasa te das cuenta que lo que sabía se quedaba muy pero que muy corto. Cuantos momentos magníficos que uno dejó pasar como miserables. Cuanto sufrimiento que uno volvería a pasar para saborear el momento mejor. Cuantas alegrías que luego con el tiempo se han quedado en el olvido. O sea que nada es lo que parece y nada es lo que es a ojos del observador.
Pues eso 2019, termina tu hora y yo ni me he enterado. Bueno exagero. Mucho exagero. Me equivoco seguro. Claro que me he enterado. Porque sueño sigo. Porque sueño yo no lo estoy.
Que continue la locura. Salud y suerte solo pido a quien corresponda.
A Jani y Kai.