y vemos allí, a lo lejos, un pequeño oasis.
Ahora que nos hemos cansado de nuestra sed
borrachos durante lúgubres noches.
Ahora que suenan las liras, de fondo, en ocasiones.
Cuando escucho tus viejos sonidos, solo tú, música azul,
cuando saboreo tus formas después de tanto correr,
desvanecernos, correr y llorar.
Tras la fiesta, las risas, el vino, las rosas,
los dulces campos que hemos atravesado juntos. Ahora,
más calmada, más contigo, más del color de los domingos.
En este momento de ahora, en el que si decidieses saltar,
no caería contigo, en el que no me hundiría junto a ti. Ahora,
justo ahora, en este mismo momento, piensas partir sola.
Sabía que lo harías el día que comenzamos nuestro viaje,
justo ahora, amor incondicional, lo acepto, por eso te digo adiós.
Mirso de Tolina