"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































martes, 30 de marzo de 2010

El hombre y la tierra

Hace dos semanas un gran saltamontes, y cuando digo "gran" es "gran", de unos 10 cm se decidió camuflar en una celosía de madera que tengo en casa. Cuando me di cuenta de semejante bicharraco me dio un buen susto (no vayáis a pensar que le tengo miedo a un saltamontes pero por si acaso, yo, no lo toco). Me quedé mirándolo durante un rato. Tenía unas grandes patas con una especie de sierra en el borde. Cuando era pequeño me dijeron que dichas sierras te podían cortar si lo cogías y decidí dejarlo allí "porsi". Cada vez que movía la celosía  el saltamontes se desperezaba levemente. Si hacía frío era como una momia. Si el sol le había estado zumbando de lo lindo, sus movimientos eran más eléctricos. Poco a poco me fui acostumbrando. Hasta decidí ponerle un nombre, Flip, como el saltamontes de la serie de dibujos de la "Abeja Maya".
No. Dije. Buscaré uno más original... Y lo dejé para más adelante.

Una mañana temprano me di cuenta de que la celosía había caído. Por el viento o por un gato que hay en el vecindario y le gusta hacer sus necesidades en mi casa. Cuando levanté el enrejado de madera el saltamontes estaba... ¿escachuflado? ¿Puede ser la palabra exacta? El cuerpo se había salvado entre uno de los agujeros pero una pata estaba rota.
¡Qué pena me dio!
¿Qué hago? Decidí tocarlo y me pareció ver que respondía.
-Lo dejaré así y cuando el sol lo espabile es posible que esa pata pueda moverla- Pensé.

Al cabo de unas horas regresé a casa.
No estaba. Busqué y busqué por los alrededores pero no lo ví.
Sólo encontré su pata bajo la celosía cuando al pasar pisé algo  crujiente.
¿Qué habrá sucedido?

Pasó por mi cabeza la posibilidad de que algún pájaro se lo podía haber  comido. O que otro saltamontes vino en su rescate. Lo más probable, quiero pensar, es que sacó fuerzas de flaqueza, voló, y ahora se encuentra en algún lugar seguro contando su hazaña a otros pequeños saltamontes.

P.D. : Resiliencia. Flexibilidad y resistencia mental de personas o animales que permite recuperarse ante un hecho importante y adverso en la vida.

La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas
E. Chávez y E. Yturralde (2006)



La resiliencia es un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad
Luthar (2000)

miércoles, 17 de marzo de 2010

No le pidas peras al horno III

Ah!
Cuatro días antes del día "P" , solo puedo respirar por la boca. No es debido a que no tenga nariz. Que la tengo y bien se ve, querido Sancho, el caso es que unas moléculas diminutas de no sé qué planta o lugar me provocan una alergia de mil pares de narices.

Cambio y corto (todas las plantitas con su polen)

Triatlón Arinaga 2010 y la colección de pájaras

Haciendo una revisión de mis últimas actuaciones en triatlones y demás eventos extenuantes, resulta que llevo una colección de -pájaras- que  estoy pensando en poner una tiendecita de animales (la verdad es que no se me ocurriría nunca, porque me dan la impresión de  pequeños campos de concentración... en fin ese es otro tema)


A 4 días del futuro pajarerío triatlético no me queda otro remedio que concentrarme, mirar en mi interior, revisar mis entrenamientos y tener confianza en que... en que... -joer-... Es que veo plumas por todas partes. Y lo más gracioso del caso es que hace unos minutos, me he asomado por la ventana y en un patio cercano, unos niños jugaban con unas plumas de no sé qué animal...

UN MOMENTO!!!

(Eeehh!!!! Niño. Devuélveme esa pluma que se me ha caído!!!!!!!!!!!)

Ejemmm!! Ya está.
Qué estaba diciendo. No sé.
Voy a barrer la casa.
Ciao.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Punset ace cosas muy raras

Hace no sé cuanto tiempo publiqué una entrada titulada: Pero nunca vi un hecho sin "h".
Vale.
Pues como no decía, estaba hace unos días haciendo el vago en mi casa y dejando la mente en stand by, o sea, viendo la tele, cuando de repente vi un elefantevolar sin "h".
Dónde, preguntaréis, en algún programa de la Belén Esteban o de España Directo con sus crónicas sobre los  lugares donde nieva.
No.
En "Redes".
Programa científico presentado por Eduart Punset.
Sí. Sí.
Tras disertar y disertar, discurrir y discurrir sobre los medicamentos a la carta, al final del programa aparece a modo de resumen esta frase:

"En el futuro los medicamentos serán echos a la medida de cada paciente"

Olé.
Lo leí tres o cuatro veces. Echos, echos, echos...
Tranquilidad no hay que escandalizarse pero yo no lo escribí.
A partir de ahora se me tiene que perdonar toda mi gramática.
Siesqueelquetienebolisequivoca!!!
Juajuajuajua....!!!!!!

No le pidas peras al horno II

Hola.
Sigo con mis rutinas para mi próxima cita: Triatlón larga distancia de Arinaga (21 marzo)
Tras la última entrada de peras al horno, el tema "entrenamientos " me fue bien. Pero cómo genéticamente no soy un portento, al encadenar tres sesiones fuertes caí. Pequeña molestia de garganta que con el paso de las horas se dirige en dos direcciones: a la nariz y a los bronquios. Si a mi limitada capacidad pulmonar le sumamos unos bronquios obstruidos da como resultado un zombi arrastrándose por el mundo.

Conclusión: 9 días sin entrenar.

Llevo 2 sesiones de entrenamientos y mi herpes labial no sabe si salir otra vez o desaparecer.

¡Desaparece joio!

¡Oh cielos! ¡Qué horror!