"de vez en cuando los amigos tienen el deber de hacerse sentir como cuando eran niños"

Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas.
He aprendido a esperar sin razón.
Soy metálico en el Jardín Botánico
Con mi pensamiento sigo el movimiento
de los peces en el agua.
Un día más me quedaré sentado aquí
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse
me quedaré,
Persiguiendo un enigma
al compás de las horas,
Dibujando una elipse
me quedaré,
entre el sol y mi corazón.








































jueves, 19 de febrero de 2009

Si estás cansado lee esto


Y de los replanteos
y recontradicciones
y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado
y de los repropósitos
y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables
y del revés y del derecho
y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios
y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos
recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos
repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje
y treta terca en tetas
y recomienzo erecto
y reconcubitedio
y reconcubicórneo sin remedio
y tara vana en ansia de alta resonancia
y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario
y poro loco
y parco espasmo enano
y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico
cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos
de tanto error errante
y queja quena
y desatino tísico
y ufano urbano bípedo hidefaloescombro caminante
por vicio y sino y tipo y líbido y oficio
recansadísimo
de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea
y de la revirgísima inocencia
y de los instintitos perversitos
y de las ideítas reputitas
y de las ideonas reputonas
y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias
desde qué mares padres
y lunares mareas de resonancias huecas
y madres playas cálidas de hastío de alas calmas
sempiternísimamente archicansadoen todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibioremeditativo o remetafísico y reartístico típico
y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua
y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas
y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras
simplemente cansado del cansancio
del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento
y al silencio.


Cansancio, Oliverio Girondo
El poema cansino. Cansa solo de leerlo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Y del hombre qué me dices...

Charles Darwin

La selección natural o la supervivencia de los más aptos

SELECCIÓN NATURAL.

"No podemos dudar que los individuos que tengan alguna ventaja sobre los demás, por pequeña que esta sea, tendrán las mayores probabilidades de sobrevivir y de reproducir su especie. También podemos estar seguros de que cualquier variación en el más pequeño grado perjudicial sería rígidamente destruida. Esta conservación de las variaciones y diferencias individuales favorables, y la destrucción de aquellas que son nocivas, es lo que hemos llamado selección natural o supervivencia de los más aptos."
Amén.
Luego tenemos la selección del hombre que se salta todas las leyes de la naturaleza y destruye todo lo que se le pone por delante, de tal forma que acabará por destruirse a si mismo. Ninguna especie sobrevive eternamente. Nosotros con un cerebro especialmente desarrollado para razonar no somos capaces de hacer un uso inteligente de él. Por lo menos si nuestros políticos utilizasen la cocorota...

martes, 10 de febrero de 2009

Simple resta


Imaginemos que un curso de Terapia Acuática dispone de 2 calefactores para tratar de acondicionar la sala de ejercicios.

Si "alguien" toma "prestado" 2 calefactores...

¿Cuantos nos quedan?

jueves, 5 de febrero de 2009

Como desarrollar un virus gástrico




Bien amigos, hoy entramos en el apasionante mundo del virus estomacal. Para desarrollar uno bien gordo hay que reunir los siguientes requisitos: primero agotarse para que bajen las defensas, segundo dormir poco, tercero ir a sitios poco ventilados muy concurridos y con una calefacción asfixiante, cuarto sospechar que estás comiendo algo en mal estado ( placebo negativo, por si acaso)

Os pongo un ejemplo. Buscar en Internet una opción para inscribirse en una media maratón en cualquier ciudad de España que esté en alerta naranja por lluvia y viento. Por ejemplo Torremolinos (Málaga). Luego, ir. Tras quedar más mojado que chiki-chiki debajo de un plástico, esperar un buen rato para cambiarse al terminar la carrera. Al día siguiente, sin poderse uno mover, moverse y meterse en todos los establecimientos abarrotados de gente donde pudiera encontrarse el virus esperando instalarse entre el mundo y tu mucosa intestinal.

Eso es todo amigos. Así es y así se lo hemos contado.